(..)

(..)
Duerme conmigo, la luna me sabe a poco si tu no estas...

Mi nerviosismo no me permitía pensar bien, aunque en cierto modo lo prefería, no quería que mis pensamientos inseguros y frágiles fueran revelados. Ante mí estaban los tres venerables de mi aldea. La calma recorría sus cuerpos aunque sentía tensión en sus rostros ya envejecidos. Todos ellos estaban conectados al frondoso bosque de nuestro alrededor, escuchando sus delicadas palabras. El líder de ellos abrió sus ojos celestes para mirar los míos con gran curiosidad en ellos y después dedicó su mirada a mis dos hermanas que se hallaban firmes detrás de mí. Observe con inquietud toda expresión que saliera de ellos, pero no puede identificar nada.
El silencio se apoderó de la escena y de mi cuerpo. Intenté escuchar al bosque y acabar con esta odiosa espera pero la voz de la más sensata de mis hermanas resonó en mi cabeza.
“-No lo hagas ellos se darán cuenta. Se paciente-su voz era severa.”
“-¡Vamos Clara! Tú tienes que saber algo- intente transmitir el mensaje sin saber bien si podría o hablaba sola en mi mente.- Por favor Clara.”
“…- un suspiro apareció, unos minutos después, en mi cabeza.-Esta bien, han preguntado varias cosas sobre ti, tu instinto en el bosque, tu poder espiritual, tu fuerza y tu comportamiento. Se han quedado asombrados por la respuesta del bos…- sus palabras fueron sustituidas por un silencio cortante.”
-Clara, pensaba que ya habías aprendido a no ser manipulada por la impaciencia de tu hermana.
Mire a mi hermana que bajó la mirada avergonzada tras las palabras del líder.
-Continuaré ¿Sabes por qué te hemos llamado?- negué con la cabeza.- Hemos oído hablar de tus extraños poderes. Unos dones que no sabes utilizar correctamente. Como tu hermana ya te ha contado estamos realmente impresionados. A pesar de tu corta edad posees poderes inmensos que muestras con cada uno de tus sentimientos. Queremos que aprendas a usarlos Iris.
-Ajá- la risa de Mia, mi hermana burlona, salió rompiendo la tensión del ambiente.- ¡Por supuesto que acepto!
Mia dedicó al tercer venerable su sonrisa mientras ponía sus extrañas poses. Siempre había sido una verdadera ninfa cuya belleza podía hipnotizar a cualquiera y cuando ponía sus extrañas poses llenas de gracia y elegancia podía resaltar con gran diferencia de cualquiera en un radio de veinte kilómetros.
-Confía en mi John, cuidare y enseñare a mi hermanita. Además necesitaba algo interesante que hacer.
-Me alegro que te agrade la idea Mia- se levantaron todos como si fueran reflejos los unos de los otros y el líder pronunció el final de la conversación.- Espero resultados.
Simultáneamente todos se marcharon menos mis hermanas que me miraban con interés.
-Iris-pronunció mi nombre entre risas.- Mañana te espero en el claro al amanecer, ¡no llegues tarde! He visto lo que papa me hará si no obtiene sus resultados.
-Hoy será mejor que descanses, no creo que Mia te deje ni un segundo de paz mañana. Amm, antes de que se me olvide, esta noche habrá una fogata en el claro espero verte allí- mencionó Clara.
Acto seguido mis dos hermanas empezaron a parlotear alegremente sobre sus labores cotidianas, las compras en la ciudad y cosas sin sentido que no captaban mi interés, así que me perdí en mi mente, escuchando sus sutiles voces de fondo. La tensión de minutos antes había desaparecido por completo, en aquella tarde de Junio, ausente en medio de la naturaleza, mi hogar.
Pasó el tiempo y el Sol empezó a apagarse y los árboles ocultaron la débil luz que quedaba. Al lugar empezó a acudir gente para elaborar los preparativos para el anochecer. Abandoné el lugar en cuanto el bullicio de apoderó de la tranquilidad del lugar. Aún quedaban varias horas para que empezará la velada y yo sabía bien donde podía pasar ese tiempo.
Empecé a caminar despacio pero sin darme cuenta apreté el paso hasta el punto de ir corriendo por mi aldea. Antes de percatarme de nada ya estaba ante aquella puerta de madera deteriorada que bien reconocía ya. Mi mano pegó un golpe fuerte y después uno más flojo, aquella era mi forma de llamar. Los segundos se hicieron horas de espera hasta que la puerta se abrió.
-Hola, que alegría tenerte aquí- contestó una voz cortes que yo perfectamente reconocía.
-Hola Will-una enorme sonrisa salió de mi boca al pronunciar su nombre.-Tengo que contarte algo.
-Pasa, pasa- me hizo un gesto y me indicó su sofá preferido para que me sentase con él.- Cuéntame.
-Veras-no sabía por donde empezar teniendo sus ojos azulados encima de mí.- Mi padre, John y Walter…
-¿Los venerables?-parecía asombrado.
-Sí, pero no me interrumpas que me pierdo- bueno me pierden tus palabras pensé.- Como te iba diciendo, los venerables nos citaron en el claro a mis hermanas y a mí. Al principio yo no pensaba que no sería importante, si no una simple tontería.
-Pero no era una tontería.
-Exacto. Querían hablar conmigo y comprobar datos sobre mí. Me tuvieron allí plantada algunas horas, hasta que al final hablaron.
-¿Qué te dijeron?-le mire, un error, me quede hipnotizada. Tarde unos minutos en recobrar mi ser.-Lo siento, ya no te interrumpo más.
-Me dijeron que habían oído que tengo un gran poder y que Mia me iba a entrenar a partir de mañana. También pude utilizar la telepatía sin que fuera con el bosque, aunque fue demasiado débil. Estoy liada Will, no creo que solo me hayan llamado para decirme lo de mis entrenamientos, hay algo, algo que querían ver.
-Cierto, me es realmente extraño que te llamasen únicamente para eso con lo liados que están con los incidentes.
-Por cierto-un escalofrío me recorrió el cuerpo al pensar en eso.- ¿Qué hay nuevo sobre los incidentes?
-Mañana serán comprobados de nuevo, no han encontrado las almas y los cuerpos no han dado muestra de vida, eso es lo extraño, lo normal es que les dejasen con vida después de arrebatarles el alma.
-Entonces seguro que fueron esos malditos demonios. La comprobación de mañana no es más que confirmar esto, aunque si es extraño.
Ambos nos quedamos mudos, leí su expresión, me indicaba intriga, lo mismo que señalaba el mío. Pasaron a penas dos minutos cuando mi tripa empezó a gruñir.
-¿Tienes hambre?-se rió mientras se levantaba del sofá.-Veremos si puedo calmar esos rugidos-en menos de nada ya estaba junto a mí con dos manzanas y me ofreció una.- Toma. Creo que servirá.
-Gracias.
Charlamos desanimados sobre temas absurdos mientras comíamos. Al cabo de un rato ambos estábamos cansados hasta para hablar. Me eché en su hombro y el me rodeo con los brazos. Me paré a mirar las manecillas del reloj que avanzaban demasiado rápido, una vez más el tiempo se me escapaba de las manos.
-Will, tengo que ir al claro, hoy hay una velada en una hoguera.
-Lo se, yo también debo de ir, mejor vamos ya.
Nos levantamos y salimos. Will me cogió de la mano y andamos pausadamente por la aldea hasta llegar al claro. Aquello estaba lleno de gente y ruido aun así reconocí entre mis conocidos a mi familia y fuimos hacía ellos. La hoguera salpicaba pequeñas chispas llenas de encanto para mí, me recordaban a mis singulares ojos negros también con llameantes chispas rojas.

2 plumas:

Gran historia, deseo leer más =)
Besos

Totalmente de acuerdo con Marina =D
Me alegro de que hayas vuelto, aunque sea con un nuevo blog, seguro que te superas.
Muchos besos.

Publicar un comentario

Moon

Mi foto
Muchas miradas acechaban mi existencia por las calles, no solo humanos. Sabía que algo ocultaba aquel mundo, algo, que para cualquier angel le era peligroso, menos a mí.

Amigos de Moon